Evaluación Funcional
La evaluación funcional es
el proceso de recogida y constatación de información, dirigido a identificar
situaciones y sucesos asociados con la ocurrencia o no ocurrencia de una
conducta problemática y que permite descubrir las consecuencias que la
mantienen.
La
evaluación funcional de la conducta comparte sus valores y principios así como
su objetivo de mejorar la calidad de vida, con la filosofía del Modelo de
Apoyos y con el aprendizaje de nuevas habilidades. Constituye una técnica de
valoración, intervención y aprendizaje, aplicable, con carácter general, a
todas las personas, presenten o no presenten discapacidades.
Realizar
esta evaluación nos ayuda a determinar el abordaje que se va a realizar a las
conductas problemáticas, por lo cual es de suma importancia realizarla de
manera detallada tomando cada aspecto de las conductas, tener a detalle la
descripción de las mismas, por qué ocurren, los detonantes de la misma, las
consecuencias, para elaborar una hipótesis de la conducta y observar más
detalladamente la misma. Para lo cual es necesario aplicar diferentes
estrategias o instrumentos para recabar la información, realizando entrevistas,
reuniones grupales con las personas más cercanas, observaciones y análisis de
las conductas.
Identificación y
definición de la conducta problemática
La elaboración de una adecuada evaluación funcional permitirá la
construcción colaborativa de un plan de apoyo conductual positivo con buenas
bases. En el proceso de evaluación funcional es fundamental la observación del
alumnado en el contexto natural donde se presenta la conducta problemática.
Entre los elementos que deben tomarse en cuenta se encuentran los factores
biológicos, sociales, familiares y el entorno en general de la persona objeto de
observación.
En el proceso de la evaluación funcional es necesario definir con
claridad la conducta problemática en su topografía y ésta debe ser definida de
manera objetiva. En este proceso no hay cabida para juicios de valor o
apreciaciones subjetivas.
Existe una caracterización de conductas
problemáticas, de acuerdo con el Cuaderno Complementario N° 2 del área
conductual tomada del ICAP. En este mismo documento se define la conducta
problemática como:
Las conductas problemáticas generalmente son
adaptativas, suelen servir a una función para quien las muestra, lo que explica
su elevada estabilidad y frecuencia.” Esta definición clarifica que se habla de
conducta problemática en términos proactivos, es decir, la manifestación
conductual no sitúa a la persona como el problema ni como responsable de un
problema, más bien expone una situación que debe ser resuelta, mediante el
trabajo colaborativo, por la persona y su círculo de apoyo (que se compone de
su familia, docentes, pares y otras personas significativas).
Antecedentes, consecuencias y variables contextuales
Según F.J., Labrador,
J.A. Cruzado, M. Muñoz (1999). Si queremos conocer todavía mejor la
conducta, tendremos que preguntarnos ¿qué ha pasado antes de que el niño
manifestase esa conducta, ¿qué ocurrió después y qué la personas estaban
presentes? Existen dos tipos de antecedentes:
Antecedentes remotos: hacen
referencia a todo el pasado del niño, la historia de su aprendizaje anterior y
todo repertorio de habilidades y conductas de que dispone, ya que todos pueden influir
en la conducta presente.
Antecedentes próximos: hacen
referencia a las circunstancias actuales. Tanto situaciones como lugares,
momentos o personas. Para la modificación de la misma será fundamental
identificarlos. Por otra parte, al igual que es importante delimitar qué sucede
antes de la “conducta”, lo que sucede después también va a ser fundamental y es
por tanto a lo que llamamos consecuencias. Toda conducta que recibe
un premio o una consecuencia agradable tenderá a repetirse en el futuro, por el
contrario, aquellas conductas que no sean reforzadoras tenderán a extinguirse.
(P.2)
Los antecedentes son todas aquellas situaciones que
se dan antes para que la persona presente la conducta, pueden ser: factores
familiares, condición de discapacidad, medicamentos.
Las
consecuencias es lo que sucede después de la
presentación de la conducta como son: Reforzamientos y Castigos las más
utilizadas.
Variables
Contextuales según cuaderno
complementario nº 2 del MEP, son los ajustes o modificaciones que se realizarán
en el entorno, de acuerdo con las variables que se identificaron en la
Evaluación Funcional. Son estrategias preventivas, para que las conductas
problemáticas no ocurran y para promover que la persona recurra a las nuevas
habilidades. Tienen que ver con el espacio físico, los materiales, las
actividades, cuestiones de salud, estrategias de mediación, los pares, entre
otros elementos.
Habilidades e intereses y estilo de vida
El Apoyo Conductual Positivo nos permite abordar
las situaciones problemáticas de la persona estudiante de una manera mucho más
integral, mejor dicho de una manera ecológica, donde se toma en consideración
todas las variables y contextos en el que se desenvuelve. Esto sin duda
alguna dirige especialmente la atención al estilo de vida, nos
lleva a conocer a la persona desde sus gustos y preferencias, desde sus
habilidades y destrezas así como la dinámica familiar.
"Se trata, en realidad, de mejorar
la calidad de vida de la persona, porque una calidad de vida deficiente (pocas
oportunidades para elegir, pocas relaciones sociales, etc.) o la insatisfacción
con el estilo de vida propio es, en la mayoría de los casos, el contexto
facilitador del comportamiento problemático". Junta de Castilla y
León. Consejería de Sanidad y Bienestar Social.
Como lo menciona en la cita anterior es de vital importancia tomar en consideración el estilo de vida, habilidades y intereses de la persona estudiante dentro del Plan de Apoyo Conductual Positivo. El ACP, es sin duda alguna un proceso que respeta ante todo la dignidad de la persona, nos permite a los adultos ejecutar acciones para mejorar la calidad de vida siempre respetando sus gustos y preferencias, logrando de esta manera ambientes menos aversivos, porque está claro que si una persona estudiante se desenvuelve en ambientes sanos, ambientes donde ellos puedan decidir, dónde ellos sean capaces de desarrollar sus habilidades y destrezas, además de la posibilidad de relacionarse en otros contextos fuera del ámbito familiar les permite crecer como personas que son, esto a su vez aumenta su capacidad de aceptación y un aumento de su autoestima.
Desde la experiencia propia como docente se logra determinar que muchas conductas problemáticas presentadas por la persona estudiante han mejorado notablemente desde el trabajo en el área del estilo de vida siendo ésta en ocasiones focos detonantes de conductas problemáticas que se reflejan en nuestras aulas y las que tanto aquejan a los padres de familia.
Podríamos confeccionar un excelente P.A.C.P, con excelentes técnicas y estrategias para aumentar, disminuir o fortalecer conductas, pero si no logramos contextualizar ese programa en los diversos espacios de recreación, ocio, religioso, social, cultural, entre otros y permitirle ser feliz y mejorar calidad de vida, el plan de apoyo es un fracaso total.
Se dice que un Plan de Apoyo es exitoso si logramos que la persona estudiante utilice nuevas herramientas de comunicación mas asertivas, si logramos que sustituya conductas problemáticas por otras socialmente aceptables y si la persona estudiante es feliz y que se realiza como persona, disfruta de la vida en cualquier escenario de una manera adecuada hemos hecho un muy buen trabajo.
Función de la conducta
Toda conducta problemática tiene
una función, sobre este aspecto es donde la persona observadora se realiza la
interrogante: ¿para qué?, por ejemplo: para qué golpea con el puño cerrado,
para qué empuja.
De este modo se plantean una serie
de hipótesis de su función. Una conducta puede tener varias funciones o razones
de ser. Es importante detectar la función de la conducta presentada para
redirigirla brindando las estrategias, modelándolas y reforzándolas es
que se logrará que comunique algo que en ese momento no sabe o no puede.
La función de la conducta puede variar de acuerdo al objetivo que tenga
(obtener algo, huir de algo, comunicar algo que le duele, etc), el entorno en
el que se ubique (casa, escuela, lugar de juegos) y va cambiando a lo largo del
tiempo ya que una conducta puede aparecer nuevamente, pero con un objetivo
totalmente diferente al que tenía anteriormente. En la tabla 12 del libro
Buenas Prácticas los autores presentan algunas funciones de la conducta y el
mensaje pueden estar dando lo cual es un buen ejemplo para comprender las
diversas funciones que tienen algunas conductas, a continuación, se anotan
algunos de los ejemplos que en ella se presentan:
Referencias bibliográficas
Carabal, I. (2020, 27 marzo). Apoyo conductual positivo y
conductas problemáticas en el TEA. Avanzando con emociones.
https://avanzandoconemociones.com/2019/09/15/apoyo-conductual-positivo-tea/
Centro de Documentación y Estudios SIIS Dokumentazio eta
Ikerketa Zentroa, Fundación Eguía-Careaga Fundazioa (2011). Buenas
prácticas: En la atención a personas con discapacidad. Vivir mejor. Evaluación
funcional de conductas problemáticas. Álava, España. Diputación Foral del Álava.
Cuaderno Complementario N °2: Apoyo educativo del área conductual.
Departamento de Apoyos Educativos para el Estudiantado con Discapacidad
Manuales de Trabajo en Centros de Atención a Personas con Discapacidad
de la Junta de Castilla y León.
MINISTERIO EDUCACION Publica. (s. f.). Cuadernillo Complementario No2. http://www.ddc.mep.go.cr/sites/all/files/ddc_mep_go_cr/archivos/cuaderno_complementario_2_area_conductual.pdf
Esquema Resumen. Tema 2: Registro Y Análisis De La Conducta. La
Evaluación Conductual. (1999). F.J., Labrador, J.A. Cruzado, M. Muñoz (. https://www.magister.es/grado/materiales5/Menciones%20NO%20UCJC/Intervenci%C3%B3n%20educativa/TEMA%202%20UCJC%20(3).pdf
Integrantes:
Tatiana Alvarado
Silvia Esquivel
Gustavo Solís
Cindy Anchía
Odette Loaiza
Grettel González